lunes, 18 de junio de 2012

MÁS SABE MAMUT POR P#T@ QUE POR BRUTA: ELEVADOR SEXUAL.




Llegué con los tacones en la mano y el maquillaje corrido, luego de pasar una noche de alcohol y mucha rumba, pero sintiéndome sola y extrañándolo.

Me adentraba en el edificio y llamé al ascensor, al abrirse la puerta lo vi, en mi estado de ebriedad no sabía si alegrarme, llorar, molestarme; pero él me lo hizo más fácil, me tomó por la cintura y me clavó un beso de esos que te quitan el aliento, yo lo anhelaba, mientras se aceleraba mi respiración, más plena me sentía. Cuando sus manos empezaron a bajar y pasearse por mi entrepierna, fue como una explosión, temblaba y no me importaba que él se diera cuenta, porque él lo sabía todo, desde que lo quería como a nadie, hasta que lo deseaba como a ninguno.

La adrenalina de que alguien nos pudiese descubrir, era el motor que encendía el elevador... Me rasgó la ropa y pegó mi cara contra el espejo, sin dejarme siquiera protestar me penetró como pocos lo han hecho, y me llevó más arriba de la azotea sin movernos de planta baja. Cada halada de cabello iba en sintonía con las nalgadas que me daba; y me susurraba al oído cuanto me extrañaba. Yo lo sentía como una gran mentira, pero el placer me hacía perdonarlo.

Acabamos al mismo tiempo con un grito ahogado, le sugerí llegar a mi apartamento y se dio media vuelta y ni me miró.

Se fue, como si nada hubiese pasado... Y es que nada pasó porque lo soñé, me quedé dormida en el taxi y cuando entré verdaderamente al ascensor, sólo vi mi reflejo y desconcierto. Pero igual se lo agradezco, porque aunque haya sido un sueño, nadie me había elevado a la azotea estando en planta baja.


mamutzuela@gmail.com

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