Yo creo que en el mundo soy la mujer menos deportiva que
existe, soy de las que cree que para sudar solo necesito una niña sexi con
suficiente aguante (o hasta dos). Pero como las amigas mías son fanáticas del
gimnasio termine inscribiéndome a ver que podía sacar de bueno de ese lugar.
Era toda un cuchura verme con mi licra negra y mi camisetita
punk, y es que yo no soy un mega culo eh? Mido 1.67, peso como 54kg,
bronceadita eso si, para algo vivo en una isla… El cabello liso y negro como la
noche (mi etapa pelirroja acabo hace unos meses) unas téticas normales, nada
muy fabuloso, un culito redondo y paradito y una colección de tatuajes que a
mas de una encanta.
Entonces si, verme era una novedad para la gente que tenia
meses yendo al mismo sitio, mis amigas por supuesto se quejaban “Lena, es el
gimnasio coño, no un concurso de quien levanta mas, así que compórtate”. Pero
como la paciencia y lo de bien portada no van conmigo, entrandito le puse el
ojo a la recepcionista…
Esposa del dueño también (detallazo)…
Es que era de
esas turquitas explotadas aww con esos ojitos.. NOOO me puedo morir viéndola… Y
así comenzó la cacería de brujas mas interesante que he tenido hasta ahora…
Porque entre el marido que no la deja sola y mi pseudo novia autoproclamada se
me hizo medio complicado invitarle un café.
Como era de esperarse la historia
era la misma, casada por conveniencia, sentenciada a mal sexo hetero para toda
la vida (mal sexo hetero es como redundante pero bueh) y bla bla bla… Y de esa
manera conseguí un huequito para meterme en su vida y posteriormente en su
cama…
(Continuará...)
cronicasdelena@gmail.com
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